ya acabó su novela

¿El velorio va por dentro?

Publicado: 2011-10-26

Parece que en el Ministerio de Cultura siempre han existido problemas. Desde temas “banales”  como la designación de Susana Baca, reconocida por sus dotes artísticas -como cabeza del ministerio- hasta temas de gran importancia como la Ley de Consulta Previa (LCP).

Hace un par de días la ministra Baca afirmó que la salida del viceministro de Interculturalidad, Vicente Otta, y de la ministra del  Instituto Nacional de Desarrollo de Pueblos Andinos (Indepa), Raquel Yrigoyen, se basó en una decisión de establecer cambios en el ministerio, puesto que el equipo que lo conformaba no era lo suficientemente especializado. El aludir a temas técnicos, descartando que existieran presiones o temas controversiales dentro de su sector, fue lo que primó en las declaraciones de Baca.

En este caso lo que se encuentra bajo los reflectores es la aparente presión que el ex viceministro de Interculturalidad, Javier Otta, sintió. El alude a presiones en el ministerio e intereses empresariales de por medio.

Sabemos que la LCP implica diversas negociaciones en temas que competen al Ministerio de Energía y Minas. El titular del sector, Carlos Herrera, afirmó que para la LCP es vital para “sacar adelante proyectos cruciales y proporcionar una plataforma para que la población exprese su opinión al respecto”.

Sin embargo, el despido de Otta –quien mencionó la necesidad de manejar de manera transparente temas tan delicados como la LCP, así como el que Yrigoyen también haya sido despedida por temas que no tienen mayor peso, como una descoordinación en un evento cultural-que iba a ser transmitido por televisión-, aún nos llenan de dudas.

Cabe pensar que no nos encontramos frente a simples descoordinaciones ni personas que se llevan mal dentro de un ministerio que incluye un VIceministerio que hace poco ha visto la luz. No se puede evaluar la solvencia de su equipo si es que no ha pasado mucho tiempo. Tampoco podemos acusar a las posibles discrepancias como un motivo fundamental para insertar nuevos miembros y deshacerse de otros.

Quizás si hablásemos de otro ministerio el caso sería distinto, pero cuando la LCP toca tantas fibras sensibles, todo lo que ocurra en el Ministerio de Cultura, así como en sus relaciones con el Ministerio de Energía y Minas, definitivamente tendrá que ser tomado en serio por la opinión pública.

Temas como este no pasarán de un par de titulares en los noticieros televisivos o algunas notas en los medios impresos. Hoy la mirada de los medios apunta hacia temas que “venden” más. Sin embargo, no debemos quitarle el ojo a un tema que parece ser complejo.

La ministra Baca afirmó que tanto Iván Lanegra Quispe, quien pasará al viceministerio de interculturalidad, como Gustavo Zambrano Chávez, ahora director de Indepa, continuarán el rumbo planteado anteriormente.

Baca afirma que ha conversado el tema con algunos representantes indígenas, quienes no han tenido mayor problema en aceptar los cambios. Aún creemos que temas como este van más allá de una simple explicación. Y la seguimos esperando.


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